Yo te acompaño en el camino, pero no puedo caminar por ti. Te guiaré, apoyaré y solucionaré las dudas, pero el cambio reside en ti, en tu esfuerzo y compromiso. Ante todo honestidad porque si no sigues mis pautas y no me lo dices, mi trabajo no sirve para nada. No podría hacer los reajustes necesarios y todo el progreso se vería comprometido. Y al final el perjudicado serías tú.